Kiel - Estudiar en la ciudad
15 de diciembre de 2010Aprovechando la pausa entre las clases, Tobías se dirige a la cafetería estudiantil del barrio universitario, a diez minutos de la universidad misma. Por el camino se topa con una conocida: “Así es Kiel, aquí uno se encuentra continuamente con caras familiares”, dice el joven de Stuttgart que desde hace tres años vive en esta ciudad al norte de Alemania. Su amigo Tim le da la razón: “En el comedor universitario nunca te sientas solo, a tu mesa se acerca siempre alguien que conoces”, asegura el estudiante de Biología. En Kiel uno se siente como en casa muy rápidamente, opinan los dos.
Ciudad junto a la playa
Aún cuando él hizo todo lo posible por estudiar en Kiel, Adil todavía no la ve como su segundo hogar. Sin embargo, el hecho de que sea una ciudad costera atenúa la nostalgia por su tierra natal: “Yo me crié junto al Atlántico, siempre he tenido una relación estrecha con el agua; yo practico el surf, soy un jinete de las olas”, cuenta el joven marroquí. Esa pasión por el mar la comparten los lugareños, incluso cuando el tiempo no se presta para surfear. “Se puede nadar, remar, bucear. Para mi lo principal es navegar”, dice Leni, estudiante y orgullosa dueña de un catamarán.
Cursos de navegación para estudiantes
No todo el mundo debe tener su propia embarcación para lanzarse al agua; Kiel es sede del centro de navegación más grande en el ámbito universitario del deporte. Desde luego, aprender a navegar allí tiene su precio – aún para los estudiantes. “Pero es más económico que en un club de vela normal”, sostiene Tim, aficionado a la vela desde que arribara a la ciudad. En otoño e invierno se impone la calma; entre octubre y abril los barcos permanecen varados.
Schrevenpark, para saber “quién es quién”
Los que no se cuenten entre los aficionados al mar y las olas son bien acogidos en tierra firme. En verano, el Schrevenpark se convierte en un popular punto de encuentro: “Es el sitio ideal para saber quién es quién en la universidad”, afirma Tobías, mientras se toma un café con Tim. “Allí se da uno la buena vida, haciendo barbacoas, escuchando música, conociendo gente nueva”.
Fiestas de departamento en lugar de salas de fiestas
En invierno oscurece hacia las 4 de la tarde cuando el cielo está nublado y las noches se hacen muy largas. Esa es una buena época para ir a los pequeños cines alternativos o a las fiestas de departamento que tienen lugar cada semana – Kiel no tiene una vida nocturna vibrante, con discotecas y clubs.
En Kiel como en casa
La mayoría de los estudiantes admite sentirse a gusto en la ciudad a orillas del mar Báltico. Al contrario de Adil, Mamak ve en Kiel algo parecido al hogar: “No sé exactamente lo que echo de menos, pero cuando estoy fuera, estoy deseando volver a Kiel”, confiesa el estudiante iraní.
Autor: Janine Albrecht
Editor: Rosa Macías