La Eurozona en recesión
14 de noviembre de 2008
La economía de los 15 países naciones que usan el euro se contrajo un 0,2 por ciento en el trimestre julio-septiembre en relación con el trimestre anterior, luego de haber caído el mismo porcentaje de abril a junio, según informó Eurostat, la oficina de estadística de la Unión Europea (UE).
Cuando el PIB cae dos trimestres seguidos, los economistas hablan técnicamente de "recesión".
No obstante, en términos anuales, la producción económica creció un 0,7 por ciento en el tercer trimestre, la mitad de la tasa del segundo. Ambas cifras eran esperadas también por los economistas. Las bolsas tampoco reaccionaron por lo tanto negativamente al anuncio. Hasta el mediodía del viernes (14.11), la bolsa de Fráncfort había repuntado incluso un 4,1 %.
El PIB de la zona euro se modificó algo más flojamente que el de Estados Unidos, donde la producción bajó un 0,1 el último trimestre y creció el 0,8 por ciento sobre una base anual.
La contracción en la eurozona fue consecuencia principalmente de una recesión técnica en Alemania, la mayor economía de la zona euro, y en Italia, la tercera.
Francia crece contra la corriente
En Francia, la segunda mayor economía del bloque, por el contrario, en lugar de una contracción, el último trimestre se registró un crecimiento del 0,14 por ciento.
España, cuarta mayor economía de la zona euro, también se contrajo en el período julio-septiembre en un 0,2 por ciento y la Comisión Europea anticipa que el país esté en recesión luego de una prevista disminución de la actividad en el cuarto trimestre.
La contracción económica tiene también un lado positivo: la fuerte desaceleración de la actividad económica ha reducido la demanda mundial de petróleo, quitando presión a las tendencias inflacionarias.
Inflación cero en octubre
Eurostat informó también el viernes que la inflación de la zona euro fue nula en octubre, confirmando sus pronósticos previos de que el aumento de los precios se desaceleró al 3,2 por ciento anual, luego de un 3,6 por ciento anual registrado en septiembre.
Los costos energéticos se redujeron un 2,9 por ciento mensual.
El componente que el Banco Central Europeo denomina inflación subyacente, una medida que excluye los volátiles costos de la energía y los alimentos sin procesar, resultó en un 0,4 por ciento mensual para una subida anual de 2,4 por ciento.
En septiembre, la inflación subyacente había sido de 2,5 por ciento y en agosto de 2,6 por ciento.