La independencia de Kosovo desune a la Unión Europea
18 de febrero de 2008La Unión Europea busca este lunes (18.02.2008) una fórmula que permita expresar una posición conjunta acerca de la declaración de independencia de Kosovo. Pero por lo pronto, desde Bruselas ya se transmitió un mensaje claro: el bloque comunitario no emitirá reconocimiento o desconocimiento del nuevo Estado, pues ello corresponde a cada gobierno nacional.
División europea
Pulcra desde el punto de vista político, la medida también refleja un fenómeno inocultable: el proclamado Estado kosovar es motivo de una profunda división entre los países de la Unión Europea.
Una de las resistencias más conocidas a la independencia de Kosovo proviene de España. Este país, junto con Chipre, Rumania, Grecia y Eslovaquia, ha manifestado oposición a la declaración de independencia kosovar.
Otras naciones, como Alemania misma, analizaron con cuidado el tema y las opciones entre una postura que invoca a la moral y otra relacionada con la geoestrategia. Por una parte está el reconocimiento a la autodeterminación de un pueblo sujeto a persecución genocida; por otra, las repercusiones que ya comenzaron a llover tras la proclamación. De acuerdo con lo anunciado por el ministro alemán de Asuntos Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, Alemania decidió reconocer a Kosovo como Estado independiente.
Reacciones encontradas
El panorama europeo comenzó a enrarecerse con el anuncio hecho por el gobierno de Serbia, en cuanto a que entablará procesos judiciales contra los líderes independentistas de Kosovo.
España, a su vez, anunció a través de su ministro de Asuntos Exteriores que “no reconocerá la declaración de independencia formulada por la asamblea en Pristina, puesto que es contraria al derecho internacional”, según dijo el propio Miguen Ángel Moratinos.
Esta posición choca frontalmente con la de otro actor europeo, Francia, que en otros tiempos fungió como aliado de Serbia. El jefe de la diplomacia gala, Bernard Koucher, dijo que ve en la independencia de Kosovo “un gran éxito para Europa, un gran éxito para los kosovares, y ciertamente ninguna derrota para Serbia”. Francia ya reconoció oficialmente a Kosovo.
Su colega luxemburgués se refirió indirectamente a las posibles repercusiones que la declaración pudiera tener en otros movimientos independentistas. “El caso de Kosovo es único y especial”, dijo Jean Asselborn. En ello coincidió con el comisario para la ampliación europea, Olli Rehn, quien afirmó que lo sucedido en Pristina no debe ser adoptado como precedente en ningún otro país.
Alemania, solución conjunta
Steinmeier dijo que con el reconocimiento de Kosovo como Estado independiente, Alemania “ha promovido una solución conjunta que integre los puntos de vista tanto de los serbios como de los kosovares”.
Pero algunos partidos alemanes, como La Izquierda, ya manifestaron un punto de vista contrario. El jefe de la fracción parlamentaria de dicha institución política, Gregor Gysi, dijo que la proclama es “comprensible y justificada desde el punto de vista de los albaneses de Kosovo”.
Sin embargo, la declaración no debe ser reconocida debido a las graves consecuencias que trae para la estabilidad europea, así como por su incompatibilidad con el derecho internacional, agregó.