La industria logística alemana se recupera de la crisis y mira optimista al futuro
24 de septiembre de 20102008 fue un año duro para la logística; la crisis internacional empezaba a dejar sus huellas en el sector. 2009 no pintaba mejor; la caída del comercio mundial significó que, en los seis meses iniciales, las navieras, las compañías aéreas y las empresas de transporte terrestre alemanas llevaron un 11 por ciento menos mercancías de un lugar a otro.
Pero la rama remonta, y eso ya desde el segundo semestre del pasado año. Al final, 2009 le trajo en su conjunto unas ganancias de 200.000 millones de euros a la industria logística germana. Con el postrero impulso, el ejercicio se cerró presentando cifras comparables a las de 2007. La locomotora de la economía alemana marcha de nuevo y las perspectivas para éste y el próximo año son buenas.
Recuperación acelerada
Un seis por ciento más de transportes por agua y carretera, un 11 por ciento más a través de las vías del tren e incluso un 19 por ciento más surcando los cielos: así rezan los pronósticos del Ministerio de Transporte en Berlín para este 2010. Inimaginable hace sólo un año, cuando flotas enteras de camiones eran aparcadas por tiempo indefinido, los contenedores se apilaban vacíos en los puertos y los aviones de carga esperaban la llegada de mejores tiempos literalmente en medio del desierto.
"En general, y eso fue lo peor de la crisis, había sobreoferta, lo que llevó a una bajada de los precios", dice Andreas Jahnke, director del departamento de logística de Lufthansa Cargo, la compañía de transporte de mercancías del gigante aéreo alemán.
Que precisamente en Alemania, donde el gasto en personal es considerablemente alto, el ramo se recuperara tan rápidamente sorprendió a muchos. Sin embargo, los sueldos elevados han posibilitado en parte la mejora, opina Evi Hartmann, jefa de un grupo dedicado al estudio del sector en el Instituto Fraunhofer de Núremberg. "Como hace tiempo que los salarios son tan altos", comenta Hartmann, "la logística alemana tuvo que ganar pronto la eficiencia y desarrollar procesos de optimización de la calidad para compensar los costes".
De este modo y gracias también a una organización global bien asentada, las empresas germanas han conseguido dominar internacionalmente en este ámbito y nombres como DB Schenker y DB Schenker Rail, las filiales de logística de los ferrocarriles germanos, Deutsche Post DHL o Dachser se conocen en todo el mundo.
Tres retos para el futuro
Sin embargo, pese a la buena posición en los mercados, la calidad de sus servicios y su recién descubierta solvencia ante las crisis, a la logística alemana el futuro le depara todavía algunos retos. El primero de ellos será la modernización del etiquetado: los productos deben dejar de portar códigos de barras analógicos para estar dotados de chips que vayan registrando información sobre el material transportado a lo largo de todas las etapas del desplazamiento.
El segundo gran desafío es la preservación del medio ambiente. Reducir el consumo de energía y de emisiones de CO2 en un sector que vive del movimiento es una ardua tarea, pero ésta podría empezar a enfrentarse por la parte fácil: "teniendo en cuenta que, en un tercio de los viajes que realizan a través de carreteras alemanas, los camiones van vacíos, cabe preguntarse por la sostenibilidad, la optimización y la ecología de tales recorridos", apunta Hartmann.
Y, por último, a esta industria le afecta especialmente un problema que ya se manifiesta en otras: la escasez de personal cualificado. 2,7 millones de personas emplea esta rama sólo sobre suelo germano, pero encontrarles sucesores cuesta. Pese a ser la tercera columna de la economía alemana, es bastante desconocida. Propagar la dimensión global y el atractivo de trabajar en este ámbito es hoy una necesidad para el mañana de la logística made in Germany.
Autor: Richard Fuchs/ Luna Bolívar
Editora: Emilia Rojas Sasse