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La lección de Gadafi

Eva Usi28 de abril de 2004

Con una apelación a Europa de no callar más ante la tragedia en Irak, el líder libio, Muamar Gadafi, concluyó su histórica visita de dos días a Bruselas, que marca su retorno a la comunidad internacional.

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Gadafi, un líder excéntrico.Imagen: AP

“Es importante que la Unión Europea levante la voz ante la tragedia de Irak”, dijo Muamar Gadafi ante el parlamento belga. El líder Libio señaló que el terrorismo internacional es fruto de un desequilibrio en las relaciones internacionales en las que Estados Unidos es la única superpotencia. Gadafi también pidió a los europeos no mantenerse como espectadores ante el proceso de paz en el Medio Oriente, al tiempo que se pronunció contra la fundación de un Estado palestino junto al israelí. “Quien apoya la solución de dos Estados, no conoce el mapa de la región”, dijo. “La fundación de una nación democrática en la que israelíes y palestinos puedan convivir en paz es la única solución posible”. El líder libio argumentó que ambos pueblos son tan dependientes uno del otro que no debieran vivir en dos Estados.

Durante una entrevista con la radio francesa RFI, Gadafi reconoció su historial terrorista y dijo que no lamenta nada. “Estábamos en un período de lucha por la emancipación, ése es el precio que hemos tenido que pagar, pero si eso es terrorismo, estamos orgullosos de ser terroristas, porque hemos ayudado a la liberación del continente africano”, dijo. El coronel reconoció haber financiado y entrenado a combatientes que han participado en movimientos de liberación africanos.

35 años de dictadura

Alltag in Libyen Muammar el Gaddafi
Imagen: AP

Nadie sabe cuántas personas han muerto torturadas en las mazmorras libias, cuántas han sido degradadas hasta quebrar su voluntad o hasta la locura. A lo largo de casi 35 años en el poder, al que ascendió a través de un golpe de Estado, Gadafi ha sido un soberano sin escrúpulos, un dictador. No sólo condujo a Libia al aislamiento político. Su deslumbramiento ideológico, su extravagante estilo y su costosa aventura en política exterior ha costado a Libia, una nación rica en recursos naturales, creciente pobreza y desempleo. Gadafi quiere salir cuanto antes de esa situación marginal, quiere que su país vuelva a ser un miembro pleno de la comunidad internacional.

El líder revolucionario, de 62 años, ha transformado una necesidad en una virtud. Las sanciones internacionales que entraron en vigor en la década de los 90 han supuesto para el país, de 5.5 millones de habitantes, pérdidas de ingresos de unos 30 millones de dólares. La economía libia, sobre todo la industria petrolera, ha sido severamente dañada. Sin un cambio radical, Gadafi no hubiera salido del atolladero y eso lo ha entendido el líder.

Libyen Präsident Moammar Gadhafi Muammar al-Gaddafi Porträtfoto
Imagen: AP

Los méritos del coronel

El coronel ha cambiado radicalmente de rumbo. Libia asume ahora su responsabilidad ante el atentado de Lockerbie, en el que murieron 270 personas y ha renunciado a la producción y uso de armas de exterminio masivo. El país se convierte de pronto en un socio ejemplar en el mundo árabe, para encanto de Londres y sobre todo de Washington. Ni en Irak, en Palestina, en Arabia Saudita o en Siria, se ha materializado el sueño estadounidense en el Medio Oriente. Que sea el 'malvado' de Gadafi quien hace latir más fuerte el corazón de Bush en plena campaña electoral, es una ironía de la historia.

Sin embargo, Bush y sus asesores debieran reflexionar en que no ha sido una amenaza militar ni el uso de violencia lo que ha provocado un cambio en el líder libio, sino una diplomacia firme y dura. Las dolorosas sanciones internacionales y la presión económica han hecho recapacitar a Gadafi. El tratamiento dado a Libia ha producido un resultado muy diferente a la situación de caos y violencia imperante en Irak.

Las perspectivas de la resocialización libia

Irakische Ölraffinerie
Imagen: AP

Libia vuelve a la comunidad internacional y eso es positivo a todas luces. La Unión Europea como principal socio comercial de Libia y como vecino geográfico ayudará al paria de antaño a resocializarse. Y que hay intereses de por medio no hay la menor duda. La UE considera a Libia un importante proveedor de energía y también espera que el gobierno de Trípolis coopere a detener el flujo de inmigración ilegal que logra infiltrarse en la fortaleza europea. Entre mejor esté integrada Libia en la comunidad internacional, más posibilidades habrá para ejercer influencia y ayudar a desarrollar una democracia en el país africano.