Más problemas así, ¡por favor!
3 de noviembre de 2006Además de los billetes que se desintegran (ver link abajo), en Alemania hay otros que surgen de la nada, y por millones. En este caso se trata de un excedente fiscal que obedece principalmente al comportamiento positivo de la economía. Esto se tradujo, entre otras cosas, en mayores ingresos para las empresas y, por ende, en un más cuantioso flujo de impuestos hacia las arcas estatales.
En total, el presupuesto alemán se verá enriquecido con 42 mil millones de euros. Cerca de 19 mil 400 millones corresponden a 2006. De éstos, 8 mil 400 millones irán a fondos federales y los 11 mil restantes a los estados federados y las comunas (municipios). En 2007, el excedente será de 20 mil 100 millones de euros, de los cuales 9 mil millones irán a la federación y 11 mil 100 millones a los estados y municipios.
Tiempo de decisiones
Por supuesto, este tipo de noticias no pueden causar sino euforia. Pero luego viene la decisión: ¿dónde aplicar este presupuesto que, si bien luce cuantioso, no alcanza para cubrir todas las necesidades de una ciudadanía abrumada en los últimos años por constantes recortes al gasto social?
En las pasadas horas, muchos han sido quienes han expresado su deseo de llevarse una tajada del pastel. Para calmar los ánimos, la canciller Angela Merkel salió pronto al paso, con una propuesta concreta: aplicar parte de las ganancias en la "consolidación del presupuesto"; es decir, cubrir parte de la deuda pública que para 2006 se ubicaba en 22 mil millones de euros y para 2007, en 38 mil 200 millones de euros. La propuesta contemplaba alcanzar "el menor nivel de endeudamiento desde la reunificación", según dijo el ministro presidente de Turingia, Dieter Althaus. Otra parte de los excedentes, según Merkel, debía dedicarse a gasto social, inyectando recursos al sistema de salud.
Hubo quien no estuvo de acuerdo. La Oficina Federal del Consumidor opinó que, en vez de ello, el gobierno alemán debía dar marcha atrás al aumento de 3 por ciento en el impuesto al valor agregado, medida que entrará en vigor el 1 de enero de 2007. La mayoría de los expertos señala que, debido a este incremento, el consumo bajará notablemente. "Una demanda débil genera una coyuntura débil", dijo Edda Müller, presidenta del organismo.
En ello coincidió el dirigente del Partido Liberaldemócrata Alemán, Guido Westerwelle. "Sólo así (renunciando al aumento de impuestos) la venturosa oportunidad de crecimiento en 2006 se transformará en un repunte duradero de la economía", señaló.
¿A dónde va a parar el dinero?
La canciller Merkel, el vicecanciller Franz Münterfering (socialdemócrata), y los coordinadores de fracción de la Unión Cristianodemócrata y el Partido Socialdemócrata Alemán, Volker Kauder y Peter Strück, se reunieron así este viernes, para decidir qué hacer con el dinero y acabar con las especulaciones.
Al término del encuentro, los participantes salieron con un esquema mixto:
- Consolidación presupuestal, de acuerdo con la propuesta elaborada por Steinbrück y promovida por Merkel.
- Reducción de los pagos por seguro de desempleo. Éstos decrecerán a un ritmo más acelerado que el previsto; 2,3 por ciento en vez del 2,0 por ciento programado.
- Pagos por seguros médicos. La coalición gubernamental emprenderá antes de lo previsto su participación en el financiamiento del sistema de salud. El Estado se hará cargo de los costos por el seguro familiar a partir de 2007; esto es, un año antes de lo programado.
Con esta fórmula, dijo Merkel, "la Gran Coalición se orienta hacia su meta común: menos deuda, menos costo para el empleo formal". El ministro alemán de Finanzas, el socialdemócrata Peer Steinbrück, dijo que el paquete implica una "sensacional reducción del endeudamiento público". Y como en el cuento: al final de la reunión, "todos fueron felices para siempre". O lo serán, por lo menos, mientras tengan problemas de esta naturaleza.