Nowitzki: El niño prodigio alemán
7 de junio de 2006Sus rivales no logran defenderse eficientemente frente a este jugador que se ha convertido en una estrella en EE.UU. y que cuando está inspirado es imparable.
El alemán Dirk Nowitzki ha catapultado a su equipo Mavericks de Dallas hasta la final de la liga norteamericana de la NBA. Tan sólo en el último partido Nowitzki anotó 22 de los 50 puntos, condenado definitivamente a la derrota a los Suns de Phoenix y acercando a su equipo un poco más a la gloria.
¿Quién es realmente Nowitzki?
Dirk Nowitzki vive y trabaja desde que tenía 19 años en EE.UU., donde se ha convertido en un ídolo como jugador de baloncesto en los Mavericks de Dallas. Prueba de ello es que el 70 por ciento de los souvenirs y las camisetas que vende el club llevan su número y su nombre. A Nowitzki toda esta euforia no se le ha subido a la cabeza y ha sabido mantener los pies en el suelo. La fama no le interesa y, aunque se siente halagado por sus seguidores norteamericanos, ha declarado que el bullicio del estadio le resulta extraño y le da un poco de vergüenza. Él prefiere tener tiempo libre para descansar, leer o tocar el saxofón, que pasarlo en una sesión de fotos para una campaña publicitaria.
Nowitzki también es un ejemplo para muchos niños alemanes. A través de su fundación (Dirk-Nowitzki-Foundation) se encarga de promover la educación, la salud y el bienestar de los más jóvenes del mundo. Nowitzki tuvo la suerte de tener una infancia feliz y siempre ha tenido una relación muy estrecha con su familia, que para él es muy importante.
El alemán americano
A pesar de haber pasado tanto tiempo en Estados Unidos, dice seguir sintiéndose alemán y no se muestra dispuesto a cambiar la nacionalidad. Ha aprendido a relacionarse con los estadounidenses, ya no tiene más problemas de comunicación y se ha adaptado muy bien al ritmo del país. Sigue un estilo de vida propio de un jugador que juega en la NBA y no tiene tiempo para otras cosas. Los organizadores de la liga determinan su vida diaria y hasta eligen los hoteles. A pesar de ello, el alemán dice sentirse satisfecho con la vida que lleva ya que hace lo que le gusta.
Al comparar a los estadounidenses con los alemanes, Nowitzki piensa que los dos pueblos tienen características positivas pero considera que los alemanes tienen una actitud más negativa en general y, según su experiencia como deportista de elite, se muestran más envidiosos que los americanos en lo que respecta a los bienes materiales. En los Mavericks cada jugador tiene cinco o seis coches porque es lo que se espera de los que ganan mucho. En Alemania, esto se ve mal ya que se considera ostentación. Él es el único en el equipo que posee un solo coche.
En cuanto a las ganancias, Nowitzki no llega al nivel de muchos jugadores de fútbol alemanes a pesar de su éxito deportivo en EE.UU. Ni siquiera ha llegado a superar a Michael Schumacher, a quien admira por su carácter reservado y por su profesionalidad.
Nowitzki y el Mundial de fútbol
A Nowitzki le interesa el inminente Mundial de fútbol de Alemania aunque la temporada de la NBA o el campeonato del mundo de Japón son eventos de más relevancia para él. En Dallas apenas se habla del Mundial por lo que no se encuentra inmerso en el ambiente festivo que se vive en estos días en Alemania. Dice que espera no poder seguir el mundial porque esto significaría que la temporada de los Mavericks en los PlayOffs es exitosa. Él conoce algunos jugadores de fútbol y piensa que los deportistas tienen que aprender unos de otros independientemente de la disciplina que ejerciten; la motivación, la actitud en el entrenamiento o la preparación para el juego son elementos comunes en todos los deportes.
Nowitzki también es una estrella en Alemania y juega en el equipo nacional de baloncesto, pero piensa que es difícil comparar su papel con el que Michael Ballack realiza en la selección nacional de fútbol porque los dos deportes tienen significados sociales diferentes en Alemania. Deportivamente se ve a sí mismo como jugador determinante, al igual que Ballack, pero ante todo se considera parte integrante de un equipo, sin el cual su rol no tendría sentido.
El jugador valora positivamente la creciente difusión del baloncesto en Alemania, aunque apunta que este deporte nunca llegará a hacerle la competencia al deporte rey, que es el fútbol. Nowitzki piensa que la fidelidad de los alemanes al fútbol se verá recompensada con el título de campeones del mundo.