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Ataques mutuos entre la OTAN y Rusia

Barbara Wesel (LGC/ CP)21 de abril de 2016

Moscú podría vendernos la convocatoria del Consejo OTAN-Rusia como una especie de victoria política. Depende del Kremlin si vale la pena mantener este foro, afirma la corresponsal Barbara Wesel desde Bruselas.

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Wegweiser Nato und Osten Symbolbild Russland Ukraine Konflikt
Imagen: picture alliance/chromorange

Fue un "intercambio serio y abierto", dijo el secretario general de la OTAN después de la reunión. Eso significa, en lenguaje diplomático, que han estado a punto de llegar a los puños. Era previsible, dado el tono gélido empleado por el embajador ruso ante la OTAN: la relación entre ambos es muy mala, no hay ni una agenda positiva ni intereses compartidos. La Alianza Atlántica ha pasado de la cooperación a la disuasión. Esa es la interpretación de Moscú ante una nueva situación internacional que ella misma ha propiciado.

Consejo OTAN-Rusia como un muro de las lamentaciones

La reactivación de los contactos, que habían sido congelados durante casi dos años a causa de la invasión rusa de Crimea, es un experimento de Occidente. El objetivo es restablecer al menos un mínimo de diálogo, transparencia y previsibilidad en la relación mutua. Y también evitar "malentendidos". Esta es una suave paráfrasis para referirse a las recientes provocaciones militares de combatientes rusos contra aviones y barcos de la OTAN en los mares del norte. Vladimir Putin parece encontrar divertido jugar con fuego.

Barbara Wesel Kommentarbild App *PROVISORISCH*
Barbara Wesel, corresponsal en Bruselas de DW.

Él aprovecha la oportunidad de la reunión en Bruselas, sobre todo, como muro de las lamentaciones. Con gran indignación, acusa a Occidente de expandirse ilícitamente por Europa del Este. El mayor despliegue de tropas de la OTAN allí, sin embargo, se hizo a petición de los países bálticos y de Polonia, que se sienten amenazados. De nuevo, debido a la anexión de Crimea por parte de Moscú. Un pequeño detalle que se omite sistemáticamente en las campañas de propaganda de Moscú.

El Consejo OTAN-Rusia le da al presidente ruso ahora otro foro donde hacer oír sus insultos a Occidente y desde el que difundir su particular visión del mundo a través de grandes titulares. Al mismo tiempo, no obstante, la OTAN tiene también la capacidad de enviar alguna que otra advertencia a Moscú. Tal vez un ritual así de intercambio de insultos sirva para distender un poco la relación.

Putin ha roto la asociación

Especialmente para el Gobierno alemán resulta positiva la reactivación del Consejo OTAN-Rusia: el mero hecho de que haya conversaciones es una buena noticia. Pero es una conversación con alguien que no quiere escuchar. Que sólo recita sus propios argumentos con vehemencia. Occidente debe recordarle a Putin que fue él quien rompió la colaboración. La invasión de la península de Crimea, el apoyo a los rebeldes del este de Ucrania, el debilitamiento del Acuerdo de Minsk y las acciones en Siria muestran cómo el líder del Kremlin quiere imponer sus intereses. Y dónde. Y como no deja entrever sus estrategias y objetivos reales, en vano se puede uno fiar de él o esperar transparencia.

El futuro del Consejo OTAN-Rusia depende de Moscú

Los diplomáticos opinan que vale la pena mantener aunque sea conversaciones vacías, ya que el foro puede ser utilizado para establecer los contactos en caso de emergencia. Visto así, parece acertado mantener vivo el Consejo OTAN-Rusia. Por otro lado, Moscú amenaza con convertirl en un mero vehículo de su propaganda. La OTAN no debe dejarse manipular así de forma ilimitada. Siempre hay que dejar claro que un mínimo nivel de escucha y de cooperación es necesario para estas conversaciones no degeneren en un absurdo diálogo de sordos.

Para aprender: aquí puede Usted leer la versión original de este artículo en alemán.