Paco Ignacio Taibo II en Berlín
21 de enero de 2014Ni el gélido frío ni el hielo resbaladizo en las aceras de Berlín detuvieron a los leales lectores del escritor mexicano que lo siguen adonde se presente. El salón de la editorial Schwarze Risse en el barrio de Kreuzberg no fue la excepción. Paco, como le llaman sus lectores, presentó su nuevo libro El retorno de los Tigres de la Malasia. En conversación con DW, el escritor, periodista y activista sindical, habla sobre la lealtad de sus lectores, así como sobre la situación política en México y en España.
DW: Llena auditorios cada vez que viene a Alemania...
Paco Ignacio Taibo II: Eso me pasa en todos lados, en Italia, en Francia o en Grecia. Son lectores de una notable fidelidad que además, te acompañan de un género a otro, lo mismo leen tus novelas policiacas que tu biografía del Ché. Es muy curioso porque el lector no suele ser transgenérico. El lector que lee biografías no lee novelas policiacas, y el que lee novelas policiacas no lee historia. En mi caso es muy curioso, tengo lectores que me acompañan cuando cambio de género.
¿Será porque es auténtico y no busca escribir un best-seller?
Es un misterio la relación de un escritor con sus lectores. Cuando logras encontrarlos y sintonizar con ellos, porque encontrarlos es un fenómeno de mercado. Si trabajas con editoriales que tienen una distribución pobre o marginal, entonces no encontrarás a una parte de tus lectores, por más que quieras. Sin embargo con el paso del tiempo se crea una especie de redes subterráneas que comunican a los lectores entre sí. Los últimos libros que he leído me los recomendaron mis amigos.
Llegó a México a los 10 años de edad, ¿recuerda algo que le haya impactado como niño español?
Todo era sorprendente. Frutas que en mi vida había probado. Se decían palabras que significaban lo contrario que las palabras que yo usaba. Un verdadero choque para un niño de diez años. Supongo que es el mismo choque que vive cualquier exilado a esa edad.
¿Tiene algún recuerdo de la España franquista que dejó con su familia?
No había televisión en España y la radio en la época franquista era asquerosa. Yo era un niño precoz que a los seis años ya era de izquierda, por los libros que había leído. Entre los cinco y los ocho años tuve todas las enfermedades, excepto las venéreas. Aprendí a simular enfermedades para quedarme leyendo en la cama, leía a razón de un libro por día, leí los 21 tomos de Karl Mai, que era lo único que estaba traducido al español. Leí a Emilio Salgari completo, y de toda su colección el que más me fascinaba eran Los Tigres de la Malasia.
¿Por eso decidió escribir El retorno de los Tigres de la Malasia?
Quería escribir algo que fuera un fracaso editorial que me devolviera la humildad, después de haber escrito la biografía del Ché y la de Pancho Villa, así que decidí reinventar Los Tigres de la Malasia con la malicia de un escritor de 60 años. Me la pasé averiguando las cosas más inverosímiles, desde el vuelo de los albatros y como se aparean los cocodrilos hasta las sociedades secretas chinas. Me divertí como loco. Tenía 2 personajes muy sólidos, sólo tenía que trabajarlos, pero no había límites a la locura. Me divertí mucho y mis lectores también.
En Alemania las noticias sobre México causan miedo, ¿cuál es la situación del país?
El neoliberalismo corrupto mexicano se ha traducido en una ofensiva tan brutal que no se veía desde Porfirio Díaz. Muestra de ello es la reforma laboral. Las empresas están subcontratando de manera que los jóvenes no tienen jubilación, no tienen antigüedad, ni horario, tampoco vacaciones, ni derecho a un séptimo día de descanso. En el primer año de esta reforma se perdieron 200.000 empleos y los que se crearon son empleos chatarra. El gran problema de México no es sólo el fraude electoral como forma de construir el gobierno que se ha repetido sistemáticamente en los últimos años sino la ausencia de independencia del aparato judicial. Sólo queda la resistencia activa porque si no, van a dejar despedazado el país en dos años y la reconstrucción va a ser dificilísima.
¿Cuál es la postura de Morena, el movimiento de Andrés Manuel López Obrador, frente a las autodefensas?
La posición oficial es de apoyarlos. Era la única salida posible y afortunadamente las comunidades que son más sabias que nadie la encontraron. Los testimonios de las milicias comunitarias son impresionantes. Los narcos habían estado robándose la tierra, apropiándose de las cosechas, cobrando cuota de transporte, secuestrando adolescentes y las comunidades se armaron y lo pararon. Era la única salida. La salida militar y policial que el gobierno de Felipe Calderón había implementado había fracasado porque la corrupción policiaco-militar era tan grande que no había salida policiaca. Además, porque los compromisos del narco con las facciones de los grupos políticos dominantes eran tan grandes que no había salida. Era un círculo irrompible y yo creo que las comunidades lo rompieron.
Conoce bien la realidad española donde dirigió el festival literario de la Semana Negra de Guijón, ¿cual es el diagnóstico que hace sobre la situación?
España me duele cada vez que paso por ahí. La última vez que fui, en julio del año pasado, encontré a la mitad de mis amigos desempleados. En el mundo de los escritores “jóvenes”, de 50 años para abajo, autores con cuatro premios literarios y nueve novelas publicadas, estaban a punto de perder su casa. Estuve con los mineros del carbón, en Asturias, viviendo la destrucción de la cuenca carbonífera y la desaparición de 8.000 empleos de la noche a la mañana. No le puedes dar el manejo de la crisis a un gobierno conservador. La derecha sale de las crisis como ella sabe hacerlo, protegiendo a los banqueros y despojando a los ciudadanos. Ha sido una masacre y pérdida de derechos por todos lados. España jamás había vivido una crisis económica de este tamaño.