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Poniatowska, "escritora antes que periodista"

Enrique López20 de noviembre de 2013

La plasticidad del lenguaje y la capacidad descriptiva son cualidades en la ganadora del Premio Cervantes, dice Maria Hoffmann-Dartevelle, traductora al alemán de Leonora, obra reciente de la mexicana Elena Poniatowska.

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Imagen: Pedro Rey/AFP/Getty Images

De las cerca de 40 obras que conforman el acervo literario y periodístico de Elena Poniatowska, seis han sido traducidas al alemán: La noche de Tlatelolco (Die Nacht von Tlatelolco), Fuerte es el silencio (Stark ist das Schweigen), Querido Diego, te abraza Quiela (Lieber Diego); Hasta no verte, Jesús mío (Jesusa – Ein Leben allem zum Trotz), Tinísima (Tinissima) y Leonora (Frau des Windes).

En esta última, Poniatowska reconstruye de manera novelesca rasgos (algunos ya conocidos y otros no tanto) de la vida y personalidad de la pintora surrealista Leonora Carrington, exiliada en México. La autora retoma, por ejemplo, aspectos de la relación entre Carrington y el pintor alemán Max Ernst.

La traducción al alemán de esta obra fue hecha por Maria Hoffmann-Dartevelle, con quien DW conversó acerca de los valores literarios de la obra de Elena Poniatowska.

DW: ¿Cómo se enteró del otorgamiento del Premio Cervantes a Elena Poniatowska, y qué fue lo primero que pensó al conocer dicha noticia?

Maria Hoffmann-Dartevelle: Leí la noticia en el periódico argentino Página 12. Mi esposo es argentino y lee los periódicos de su país en internet, en su estudio. Me sorprendió mucho la noticia y también me alegró porque es una de “mis” autoras.

En general, ¿fue Leonora un libro difícil de traducir? ¿Cuáles fueron los mayores retos de ese trabajo?

No fue una tarea fácil. Naturalmente, como traductora me tuve que adaptar al estilo pues era el primer libro que yo traducía de Poniatowska. Sabía que me iba a enfrentar con mexicanismos, pero esto lo pude resolver de manera relativamente sencilla por medio de internet y a través de contactos en México. Esto en cuanto a la parte técnica. Aparte de esto, hubo que hacer mucha investigación, pues la autora se ocupó de manera increíblemente intensa de la vida de Leonora Carrington, de modo que tuve que investigar mucho a fin de poder traducir correctamente. Menciono como ejemplo, aunque quizá es un detalle pequeño, el de los títulos de las obras de Max Ernst. Y también otros como su vida en Inglaterra o el viaje a México.

Precisamente una de las características principales de este libro es que aborda la relación entre Leonora Carrington y Max Ernst. Una relación acerca de la cual la pintora hablaba muy poco...

Me interesó sobremanera el tormentoso comienzo de esa relación. Carrington era muy joven cuando conoció a Max Ernst. A ello siguió otra fase también intensa, la vida en común con la partida hacia el sur de Francia. Luego, Poniatowska juntó mucho material escrito de Carrington, algunas historias cortas, y las incorporó en el texto. A través de esta mezcla, da al lector un cuadro muy plástico acerca de esta época marcada por el surrealismo. El surrealismo acompañó toda la vida a Carrington, y Poniatowska plasmó todo ello de manera muy clara y muy gráfica.

El Cervantes es un premio literario, mientras que Poniatowska se ve a sí misma como una periodista. A partir de Leonora, ¿qué diría usted? ¿Es Poniatowska una autora literaria, o una periodista?

Definitivamente es tanto una como la otra. En Leonora predomina la escritora. Logró escribir una novela biográfica que no es un texto periodístico. Sin embargo, son notables los acentos periodísticos que marcan tanto ésta como otras de sus obras. Pero antes que nada creo que es una autora literaria. Otro aspecto que me llama la atención de su obra es que destaca a mujeres artistas que son conocidas solamente en ciertos círculos.

¿Qué aspectos destacaría en la obra de Poniatowska?

Su lenguaje, que es muy plástico. Sus descripciones no son “secas” sino que involucran al lector. La autora es muy eficaz cuando se trata de crear tensión literaria. También la manera de transmitir tantos datos, de una manera amena.

¿Tuvo oportunidad de conocer a Elena Poniatowska durante el proceso de traducción?

Tuve mucha suerte. En la Feria Internacional del Libro de Guadalajara en la que Alemania fue invitada de honor, tomé parte en un taller para traductores. Poniatowska no fue a la feria porque estaba enferma, pero luego pude visitarla en la Ciudad de México. Me invitó, y fue muy bonito estar con ella en su casa. Almorzamos junto con su hijo, le hice un par de preguntas relacionadas con la traducción del libro y conversamos. Luego seguimos manteniendo el contacto por correo electrónico. Al ser publicado el libro me dijo que estaba muy contenta con la traducción. Le interesaba el trabajo porque no muchas de sus obras han sido traducidas al alemán. Ella tiene mucho interés en que su obra en general sea conocida por el público germano.