"Parsifal" según Schlingensief
26 de julio de 2004
Desde hace semanas cunde una gran expectación en el mundo de la ópera en espera de la presentación de “Parsifal”, escenificada por Christoph Schlingensief.
El joven director teatral siempre en defensa de la libertad de creación e interpretación, aclamado por muchos como uno de los artistas más geniales de la actualidad y catalogado por otros de simple agente provocador, anunció que no pretende sembrar el escándalo ni destrozar la última ópera escrita por Richard Wagner.
Sin embargo es de esperarse que también aquello que el “enfant terrible” de la dramaturgia alemana califica de no provocador, suscite polémica entre las 800 personalidades de la política, economía y cultura que asistieron al estreno de la obra. Schlingensief indicó recientemente que “este Parsifal será personal” y agregó que podría horrorizar a muchos. Ante tan clara advertencia sería iluso esperar que no cause escándalo o por lo menos una polémica memorable.
La expectación no se centra únicamente en la escenificación. También el retorno a Bayreuth del maestro francés Pierre Boulez, ausente del Festival desde 1980, explica que haya habido ofertas de hasta 2.500 euros en el mercado negro por conseguir una entrada. Se desconoce cuánto habrán pagado el primer Ministro de Baviera, Edmund Sotiber, o el nuevo presidente de la Comisión de la Unión Europea, José Durao Barroso, por asistir al estreno, lo cierto es que no verán las acostumbradas escenas estéticas. Si comparten con el director Pierre Boulez su preferencia por el riesgo a la rutina, coincidirán con él en que en Bayreuth se verá “un gran Parsifal”, lleno de ideas originales pero de gran riesgo.
Oportunismo y especulación en la ópera
El mayor riesgo lo carga el director del festival y nieto del compositor, Wolfgang Wagner, quien invitó a Schlingensief a escenificar la òpera por su total ignorancia de la producción operística, confesada animadversión por la música de Wagner y concepción provocadora del teatro.
Este desconocimiento de la ópera es lo que ha levantado tan fuerte polémica en Alemania. Claus Peymann, director del Berliner Ensemble, el mítico teatro de Bertolt Brecht, criticó la política que premia el oportunismo y la especulación, que se está extendiendo como una enfermedad por el mundo de la cultura. Tildó de perversión que precisamente se escoja a alguien por no tener idea de la ópera.
Nuevos escándalos programados
Las críticas parecen no haber dejado huella en el responsable del festival, Wolfgang Wagner, quien se encuentra ya en búsqueda de un nuevo director para la tetralogía del Anillo y que ha anunciado que el elegido proviene de un campo muy alejado de la ópera. Según el diario alemán “Die Welt am Sonntag” entre los nombres barajados se encuentra el del director catalán Calixto Bieito.
El programa de la 93. edición de la Ópera de Bayreuth consta de 30 presentaciones hasta el próximo 28 de agosto. A “Parsifal” le seguirá “Tannhäuser” con la escenificación del francés Philippe Arlaud y el “Anillo de los Nibelungos” en la versión de Jürgen Flimm. El ciclo se cerrará con el “Holandés Errante” con la puesta en escena de Claus Ruth. El interés por el festival sigue siendo grande. También en esta ocasión la demanda fue nueve veces más grande que la oferta de 54.000 entradas del festival.