Petrobrás quiere el liderato

El 21 de abril de 2006, el día del 506° aniversario del descubrimiento de Brasil por los portugueses, la sede Petrobrás en Río de Janeiro amaneció iluminada de verde y amarillo. La empresa conmemora así la “nueva independencia de Brasil”. La autosuficiencia petrolífera.

La empresa estatal (más del 60% del total de las acciones de la compañía están en manos privadas, pero el Gobierno posee el 56% de las acciones con derecho a voto), fue fundada por Getúlio Vargas en 1953. Hoy es la compañía petrolífera de mayor valor en América Latina y la octava a nivel mundial.

“Cuando nació Petrobrás, la dependencia del exterior era casi absoluta. Producíamos 2.700 barriles al día para satisfacer una demanda de 172.000 barriles. Hoy nos encontramos en la mejor situación macroeconómica de los últimos 20 años y Petrobrás ha tenido una participación fundamental en este desarrollo”, declaraba el presidente Luiz Inácio Lula da Silva en Río, en la llamada “fiesta de la independencia”.

Con su entrada en la operación de la plataforma P-50, en el campo de Albacora Leste, en Río de Janeiro, Brasil pasó a contar con una capacidad de producción media anual de 1,91 millones de barriles de petróleo al día. El consumo estimado de Brasil se sitúa entre los 1,85 y los 1,9 millones de barriles diarios.

Encontronazo con Bolivia

La euforia por la conquista de la autosuficiencia fue tanta que ni el mismo anuncio de la nacionalización del gas en Bolivia, el uno de mayo de 2006, logró desequilibrar a la estatal brasileña. “El contrato de abastecimiento de gas está asegurado hasta 2019 con un volumen de entre 24 y 30 millones de metros cúbicos por día. Nada ha cambiado”, fue la reacción del director de Gas y Energía de Petrobrás, Ildo Sauer.

En realidad, sí hubo modificaciones. En base al decreto de nacionalización, todas las empresas petrolíferas extranjeras presentes en Bolivia pasaron a pagar un 82% de sus ingresos en concepto de impuestos y royalties o regalías, en lugar del 18% anterior.

Para Brasil y su principal empresa pública, es mucho lo que está en juego en Bolivia. En los últimos 10 años, Petrobrás ha invertido 1.500 millones de dólares en el país andino, donde su actividad supone el 18% del Producto Interior Bruto. Además, Brasil importa 26 millones de metros cúbicos de gas natural boliviano por día, casi la mitad de lo que consume.

Integración energética

A pesar del reciente conflicto, el director del área internacional de Petrobrás, Nestor Cerveró, está convencido de que “Bolivia sigue siendo la mejor opción de abastecimiento de gas para Brasil. Y la posibilidad más barata que tenemos. Los bolivianos nunca amenazaron con cortar el suministro. Al contrario, quieren aumentarlo. Es una situación diferente a la de Europa, que depende totalmente del gas ruso”, dijo Cerveró a DW-WORLD.

El directivo ve a Petrobrás como “una compañía energética que actúa con una perspectiva de integración latinoamericana. En América Latina, Brasil es el tercer productor y el principal consumidor de petróleo, tiene la mayor capacidad de refinación y es el mayor productor de energía”.

La presencia de la estatal brasileña es importante en varios países de América del Sur. En Paraguay, por ejemplo, lidera el mercado de la distribución de combustibles. En Colombia, donde actúa desde 1972, ha hecho el mayor descubrimiento de petróleo de los últimos 20 años, participa en la explotación del crudo en aguas profundas y controla el 4% de la distribución.

Desde diciembre de 2004, Petrobrás distribuye gas en Uruguay, conjuntamente con la estatal Administración Nacional de Combustibles, Alcohol y Pórtland (ANCAP). En junio de 2006, adquirió Gaseba, que hace llegar gas natural a 40.000 clientes en Montevideo.

Riesgo político

En Venezuela, donde la ley restringe a un 49% la participación de empresas extranjeras en proyectos relacionados con el petróleo, Petrobrás está presente en la explotación y producción en el norte del país. Junto con la estatal venezolana PDVSA, acaba de descubrir 4.500 millones de barriles de petróleo extra pesado (de bajo valor comercial) en el campo de Carabobo I, en la cuenca del Orinoco. Las dos compañías negocian una asociación para explotar este campo y construir una refinería binacional en Brasil.

En Ecuador, el polémico proyecto de explotación de Bolco 31, situado parcialmente en el Parque Nacional Yasuni, en la Amazonia ecuatoriana, se encuentra paralizado. En 2004, Petrobrás recibió una licencia ambiental y comenzó a construir un acceso. Por presiones de los ecologistas, la licencia fue derogada en julio de 2005. Un nuevo estudio del impacto medioambiental del proyecto está siendo analizado por el Gobierno ecuatoriano.

Nestor Cerveró asegura que Petrobrás está preparada para afrontar situaciones de inestabilidad institucional. Desde 2005, la empresa hace uso de un software especial que simula situaciones de riesgo político. “La producción de energía es una actividad de riesgo en todo el mundo, no sólo en América del Sur”, afirma.

Según los analistas, Petrobrás aprendió del conflicto boliviano que no es bueno confiar demasiado en los vecinos. La empresa tiene congelados algunos de sus planes de expansión y ha reducido al mínimo sus inversiones en Bolivia. En Venezuela estaría buscando asegurarse las mayores garantías contractuales antes de llevar a cabo reembolsos de dinero.

Cambio de rumbo

Los proyectos de negocio para el 2007 - 2011 demuestran que Petrobrás está cambiando el rumbo de su expansión internacional. De los 12.100 millones de dólares que planea invertir fuera del país en los próximos cuatro años, 2.740 millones se destinarán a la parte norteamericana del Golfo de México. Otro foco de inversiones será el delta del río Níger en Nigeria.

En el Cono Sur quiere invertir un total de 2.800 millones de dólares, la mayor parte en Argentina, donde se encuentra su principal centro de producción fuera de Brasil. En caso de que la política nacionalizadora de Bolivia hiciese escuela, “la mayor preocupación recaería sobre Argentina, teniendo en cuenta sus perspectivas de deficiencia energética y la dirección política en que se mueve el país”, dijo a DW-WORLD Eloi Fernández Fernández, director general de la brasileña Organización Nacional de la Industria del Petróleo.

Pero el objetivo de Petrobrás es expandirse también fuera de América Latina. A principios de 2006, la compañía llegó a un acuerdo con la rusa Gazprom, la mayor productora mundial de gas, que podría convertirse en una puerta de entrada a Europa. “Nos interesan todos los grandes mercados consumidores”, dice Cerveró.