Premio Nobel de Química para investigador alemán
10 de octubre de 2007
Para un científico no puede haber mejor homenaje que el máximo reconocimiento internacional a su trabajo: el Premio Nobel. Y éste fue precisamente el regalo que recibió el químico alemán Gerhard Ertl en este día en que cumple 71 años de edad. Doble motivo pues para festejar.
Del laboratorio a la industria
El Premio Nobel de Química no recaía en un alemán desde hace casi 20 años, de manera que la decisión de la Academia Sueca de Ciencias provoca especial satisfacción en la comunidad científica germana. Los estudios de Ertl sobre procesos químicos en superficies sólidas -que le valieron esta distinción dotada con un equivalente a 1,1 millones de euros- han contribuido a comprender una amplia variedad de fenómenos. Por ejemplo, permiten entender mejor la forma en que funcionan las celdas de combustibles y los catalizadores en los automóviles o por qué se oxida el hierro.
Tales investigaciones tienen, en consecuencia, también una amplia aplicación práctica. Los catalizadores químicos se utilizan en múltiples procesos industriales, por ejemplo en la fabricación de fertilizantes o en el procesamiento de productos petroquímicos.
Catalizador de la investigación
Gerhard Ertl es director emérito del Instituto Fritz Haber de Química, donde el flamante Premio Nobel celebró con sus colaboradores. No es, ciertamente el primer galardón que recibe en su larga trayectoria. Ya en 1998 había obtenido el prestigioso Premio Wolf junto a Gabor Somorjai, de la Universidad de Berkeley, California. También en esa oportunidad se distinguió su trabajo sobre reacciones catalíticas en superficies de cristal.
Hasta ese entonces, las investigaciones en materia de catalizadores habían tenido principalmente carácter empírico. Ertl, en cambio, se dedicó a la investigación de los pasos elementales en los procesos catalíticos, lo que abrió nuevas dimensiones en la materia. En palabras del propio Ertl, lo que se logró fue llevar la investigación de catalizadores del plano de las “artes oscuras” al de las “ciencias exactas”.