Prensa europea: México a la deriva

Tiempos difíciles

El periódico alemán SÜDDEUTSCHE ZEITUNG, de Múnich, escribe, en un editorial titulado "México a la deriva": "A México le esperan días difíciles. Luego de las elecciones del domingo no hay todavía ganador. El resultado fue muy apretado, los votos deben recontarse. Igualmente, ambos candidatos se proclamaron, irresponsablemente, ganadores. El escenario hace temer el surgimiento de una peligrosa incertidumbre y polarización, a las que no se les ve salida. El mayor país de habla española se halla al borde de una profunda crisis política, porque las causas tienen profundas raíces en el sistema.

Una segunda vuelta podría resolver el dilema, pero una solución de ese tipo no está prevista en la Constitución. Sólo un tercio de los electores se ha decidido por un vuelco a la izquierda y a favor de López Obrador, lo cual supondría la continuación de la tendencia hacia la izquierda en América Latina. Otro tercio quiere que continúe el rumbo conservador en lo político, y liberal en lo económico, del Jefe de Estado saliente, Vicente Fox, que defiende Calderón. Y el resto o bien no se interesa por la política o desea el regreso del Partido de la Revolución, cuya era terminó Fox hace seis años.

En esas condiciones, el ganador mal podrá llevar a la práctica reformas. Ya Fox fracasó, debido, aparte de su propia impericia, a la resistencia de la oposición. Si el perdedor se llama López Obrador, esperan a México tiempos turbulentos. Una derrota no aceptaría el ex alcalde de la capital. Sus seguidores han demostrado ya repetidas veces que, de ser necesario, salen masivamente a la calle.

Lo que se viene encima

El periódico ABC, de Madrid, escribe: "¡Qué maravillosas son las elecciones donde ganan todos! Si atendemos las proclamas solemnes de los dos principales candidatos a la presidencia de México, Felipe Calderón, del PAN, y Andrés Manuel López Obrador, del PRD, a las pocas horas de haber cerrado la votación, ambos se habrían llevado de calle la elección. Inclusive, el tercero en discordia, Roberto Madrazo, del PRI, sentenció que había que esperar a que terminara el recuento definitivo para proclamar al vencedor. Más allá de las encuestas a pie de urna (que tanto cojean en México y en cualquier otro lado), de los conteos rápidos sobre bases más o menos científicas y de cualquier otra argucia demoscópica de la amplia panoplia que tienen los políticos a su disposición, lo cierto es que al final del camino sólo habrá un único ganador y, sobre todo, un único presidente.

De acuerdo con el escrutinio provisional del respetado Instituto Federal Electoral, con casi el cien por cien del voto escrutado, el ganador es Felipe Calderón, aunque no sea más que por un estrecho margen. Sólo falta que se confirme el resultado para que su alegría sea total, pero esperemos que no se le borre su amplia sonrisa cuando, pasada la ebriedad de la victoria, tome plena conciencia de que se le vienen encima todos los problemas de México, que no son pocos.

Es necesario pragmatismo

THE TIMES, de Londres, editorializa: "Muy raras veces es un resultado tan estrecho. Con una diferencia de menos de un uno por ciento entre ambos candidatos, el resultado definitivo elecciones no se sabrá sino después de un recuento. Los próximos días le deben pertenecer al pragmatismo. A pesar de la impresionante maquinaria electoral, la democracia en México es demasiado joven y frágil como para dejarla a merced de violentas agitaciones. El perdedor le haría un flaco servicio a la nación y a toda la región si no aceptara el resultado."