Productores de cine alemanes: exitosos pero sin dinero
7 de febrero de 2004El éxito de la industria fílmica alemana es evidente. "Good bye Lenin!", por ejemplo, ha sido vista por 6 millones 500 mil espectadores. Esta es una comedia que plasma en cinta las inconsecuencias y debilidades de la sociedad estealemana en los tiempos de transición tras la caída del Muro de Berlín. Como punto de comparación: la monumental gesta de "El Señor de los Anillos" también fue visitada por la misma cantidad de público en Alemania. "¿Buscando a Nemo?" fue, con justa razón, la película más vista por 7 millones y medio de chicos y grandes. Alemania ha vendido a 40 países las producciones realizadas en 2003. Una de las más solicitadas ha sido la película sobre la primera conquista alemana de la Copa Mundial de Fútbol en Berna: "El milagro de Berna". Pero, precisamente, la situación financiera del productor y distribuidor de estas dos cintas, Senator Film, es considerada "crítica".
Quiebra en la bolsa
La crisis de Senator Film es simbólica para el sector fílmico; que aún no sana de las heridas sufridas en las aventuras bursátiles de los llamados "nuevos mercados". En Alemania los más golpeados fueron Kirch Media, Kinowelt y Helkon. El negocio de las películas es un negocio lleno de riesgos. Como si fuera poco, las ganancias en la distribución y producción también se han reducido como consecuencia de los recortes de presupuesto en las televisoras con las cuales los productores alemanes habían trabajado, fructíferamente, durante los últimos 20 años. Las grandes empresas como Bavaria, de la WDR, o Studio Hamburg, de la televisora NDR, están produciendo casi, exclusivamente, para la pantalla chica, desatendiendo la grande. Las coproducciones con las grandes cadenas televisivas son existenciales para el sector fílmico.
Constantin: sola en el desierto
La única gran productora superviviente, presente en la bolsa, es Constantin que, según su gerente, Fred Kogel, "extraña la competencia por lo importante que es para la creatividad". Kogel cree que en el futuro "sólo sobrevivirán las empresas que produzcan y distribuyan sus propias películas. Incluyendo la producción de DVDs".
Buen cine y poco dinero
Los productores alemanes ven en los festivales de cine una buena oportunidad de surgir o resurgir. Según Dieter Kosslick, director de la Berlinale, "las expectativas son inmensas, ya que quienes compraron ‘Good bye Lenin’ han ganado montañas de dinero". Para Andreas Schmid, director de la empresa alemana VIP Medienfonds, coproductora de películas estadounidenses como "Monster" y premiada con el Globo de Oro, "Berlín es el mejor lugar para demostrar que, a pesar de la crisis, hay dinero para hacer buen cine". El problema es que, como en este caso, el dinero va a llenar las arcas estadonidenses y no las europeas.