Señales poco claras
8 de diciembre de 2006El Neue Osnabrücker Zeitung, de Osnabrück, afirma que "las solas palabras se van con el tiempo. Deben producirse hechos concretos que vayan mucho más allá de las recientes propuestas en la cuestión de Chipre. Las negociaciones para el ingreso de Turquía sólo deben asumirse en pleno cuando Ankara acepte, sin condiciones de por medio, todos los requisitos que le solicita la Unión Europea. Pero si el gobierno turco sigue moviéndose a paso de caracol, el ingreso turco pasará de facto a la congeladora."
Una pregunta
Igualmente crítico es el comentario del Westdeutsche Zeitung, de Düsseldorf: "Si bien la nueva posición de Ankara puede calificarse como positiva, cabe preguntarse por qué el gobierno del primer ministro Erdogan no actuó con anterioridad ante las iniciativas de la presidencia europea por parte de Finlandia. Tras el gesto queda una desagradable impresión de que la negociación para el ingreso de Turquía es un juego de cartas en el que se regatea al igual que en un típico bazar de Oriente."
Parálisis europea
En Berlín, el diario conservador Die Welt ve el asunto desde otro nivel: "Parte de los miembros europeos, encabezados por Gran Bretaña, promueven una enorme y exclusiva zona de libre comercio. Los alemanes y otros miembros fundadores de la Unión Europea deseaban aún más, de tal modo que en el nuevo orden mundial de principios del siglo XXI se requiere un bloque comunitario más eficaz políticamente, tanto hacia el interior como hacia el exterior. Esto conlleva un conflicto estructural permanente. En su auge expansivo, todos los involucrados han perdido capacidad de maniobra y sentido de orientación. Las tormentosas diferencias con Turquía no son más que una expresión de la parálisis que se vive en la Unión Europea."
Negociaciones anticipadas
El Stuttgarter Zeitung, de Stuttgart, opina de modo parecido: "La Unión Europea jamás debió haber comenzado a negociar con Turquía sin antes haber conseguido que Ankara reconociera a Chipre. La situación actual equivale a prescindir de un miembro de la familia para acomodar a otro. Ahora, ambas partes parecen encontrarse inhabilitadas para seguir adelante: Turquía seguía sin aclarar si está dispuesta o no a derribar todas las barreras. El gobierno de Chipre reaccionó de inmediato y echó un balde de agua fría a las señales turcas. También Grecia dice que Turquía debe cumplir su promesa de abrir todos sus puertos. En pocas palabras, es la desconfianza la que crece."
Traspaso a Europa
La Repubblica, desde Roma, opina lo siguiente: "Se trata de una señal de apertura por parte de Turquía, un abierto intento de hacer a un lado cualquier dificultad antes de la Cumbre Europea de Helsinki, así como de mitigar las críticas a nivel interno. El paso turco coloca el balón de nuevo en el campo de la Unión Europea, y de traspasar a Bruselas el honor de tomar el asunto en sus propias manos. Esto sucede luego de que Ankara se manifestara indispuesta a hacer cualquier tipo de concesiones en el tema de Chipre."