Sin humo blanco aún en el Vaticano
18 de abril de 2005
Al mediodía del martes volvió a salir humo negro de la chimenea sobre la Capilla Sixtina, anunciando que los 115 cardenales reunidos en el Cónclave aún no se han puesto acuerdo acerca de quién será el sucesor de Juan Pablo II.
En la Basílica de San Pedro tuvo lugar el lunes la misa solemne 'Pro eligiendo Pontifice' presidida por el cardenal alemán Joseph Ratzinger, que inició formalmente el primer Cónclave del tercer milenio.
Ante otros 114 cardenales electores, representantes del Cuerpo Diplomático y miles de feligreses, Ratzinger, decano del colegio cardenalicio, exhortó a los católicos a mantenerse firmes en su fe y a no dejarse influir por las modas de pensamiento.
El purpurado alemán, que durante dos décadas fue el brazo derecho de Juan Pablo II denunció que en el mundo actual "se va configurando una dictadura del relativismo que no reconoce nada como definitivo y que deja como última medida sólo el individualismo y sus deseos".
El prelado de Baviera, máximo representante de la ortodoxia de la curia romana, hizo una contundente declaración de principios ante los cardenales que tienen como misión elegir al próximo Papa.
"Cuántos vientos doctrinales hemos conocido en estos últimos decenios, cuántas corrientes ideológicas, cuantas modas de pensamiento. El pensamiento de muchos cristianos ha sido muchas veces zarandeado por esas olas, arrojado de un extremo al otro, del marxismo al liberalismo, hasta el libertinismo, del colectivismo al individualismo radical, del ateísmo al misticismo religioso, del agnosticismo al sincretismo", dijo Ratzinger y concluyó su homilia, largamente aplaudida señalando que "la fe adulta y madura es aquella que está profundamente enraizada en la amistad con Cristo".
Tras la misa votiva en la que los cardenales convocaron a Dios y al Espíritu Santo para la elección del futuro Pontífice, los 115 cardenales electores provenientes de todo el mundo entraron en procesión a la Capilla Sixtina, en donde tendrá lugar la elección del sucesor de Juan Pablo II.
Incertidumbre en Roma
Pese a que la elección del representante de Cristo en la Tierra se realiza de acuerdo al rito cristiano, los rumores sobre posibles favoritos y alianzas abundan desde hace días. Mientras que durante años se especuló sobre si el cardenal africano Francis Arinze de Nigeria podría convertirse en el primer Papa negro, su nombre ha dejado de figurar entre las especulaciones.
Ni los mejores conocedores del Vaticano tienen una certeza sobre quien será el próximo Papa. De la incertidumbre que domina en Roma son muestra los preparativos de la prensa.
El 'Osservatore Romano' ha preparado 60 distintos titulares, en donde muestra a un distinto cardenal como Papa. Durante los últimos días los cardenales se han reunido doce veces para deliberar sobre la elección papal.
Marco Tosatti, experto en temas del Vaticano, señala que el Cónclave inicia sin claros favoritos, lo que recuerda la situación imperante hace 26 años cuando sorpresivamente fue electo el polaco Karol Wojtyla. "Nos encontramos ante una similitud histórica. Así como entonces, los cardenales no lograron llegar a un acuerdo común al haber dos candidatos que se bloquearon mutuamente, también ahora podría producirse un enfrentamiento entre dos bloques, lo que daría paso al surgimiento de un tercer candidato como nuevo Papa.
Uno de los indudables favoritos es el cardenal alemán Joseph Ratzinger. Según vaticanistas y periodistas, unos 50 cardenales han señalizado su apoyo para convertir a Ratzinger en futuro Papa.
Ratzinger, de 78 años y quien fuera guardián de la fe y el dogma del fallecido Juan Pablo II es, según expertos, quien cuenta con el mayor apoyo en el cónclave. Sin embargo el 'ultraconservador' alemán está lejos de contar con los 77 votos necesarios para contar con una mayoría de dos tercios de los votos.
Los moderados contra Ratzinger
Contra la candidatura de Ratzinger, se encuentran los cardenales moderados que se han aglutinado en torno a dos purpurados de Milano. El Arzobispo Carlo Maria Martini y su sucesor Dionigi Tettamanzi.
El progresista Martini tiene la misma edad que Ratzinger y es un reconocido teólogo e intelectual. Sus partidarios consideran que Martini es la figura que podría evitar que Ratzinger alcance una mayoría de dos terceras partes durante las primeras rondas de votación. Pero la derrota de Ratzinger está garantizada sólo si el carismático Tettamanzi, más joven y cercano al pueblo, también es lanzado a la contienda pues cuenta con simpatías entre los cardenales conservadores y moderados.
El pronóstico de los conocedores es que los tres candidatos se bloquearán mutuamente, algo similar a lo que ocurrió en 1978, cuando surgió triunfante Karol Wojtyla.
Latinoamérica lejos de Roma
Como 'candidatos de compromiso' se barajan los nombres de algunos cardenales latinoamericanos, como el hondureño Oscar Rodríguez Maradiaga, el brasileño Claudio Hummes, el argentino Jorge Bergoglio, el chileno Francisco Javier Errázuriz Ossa y hasta el mexicano Norberto Rivera Carrera.
Para eventuales nuevas vueltas se manejan los nombres de los dos portugueses José da Cruz Policarpo y José Saraiva Martins, así como a los italianos Angelo Scola y Camilo Ruini. Otros nombres que caen como protagonistas en el impenetrable y selecto club de los príncipes de la Iglesia son el austríaco Christoph Schonborn, el francés Philippe Barbarin y el indio Ivan Dias.
Pese a toda la incertidumbre que rodea el inicio del cónclave, una cosa es segura y es que no durará mucho. Los cardenales no pueden permitirse dar una imagen de confrontación. Se espera que el miércoles, a más tardar el jueves, ascienda el humo blanco de la chimenea de la Capilla Sixtina, que significa: "Habemus papam", del latín, hemos elegido al nuevo Vicario de Dios.