Stralsund - Vivir en la ciudad
5 de enero de 2011En Stralsund, los estudiantes cuentan con un pueblo propio: Holzhausen. Hecho de casitas de madera azules y amarillas, al más puro estilo escandinavo, Holzhausen se encuentra justo al lado de la escuela superior y da cobijo a más de 300 jóvenes que conversan, cocinan juntos y celebran una fiesta de vez en cuando. Hay otras opciones de alojamiento aparte de Holzhausen, pero sobre todo a los estudiantes extranjeros les gusta el ambiente familiar del poblado: en Holzhausen nadie está solo. Por eso, el Departamento de Relaciones Internacionales de la escuela reserva algunas de estas preciadas cabañas para quienes vienen de fuera. En 2008, una habitación aquí costaba, dependiendo del tamaño, entre 135 y 174 euros.
Sobran opciones para divertirse
Llegar de Holzhausen a Haus 8 toma dos minutos o menos. Haus 8 es una taberna de estudiantes para estudiantes situada a la orilla del mar: cuando empieza el curso o se celebran las legendarias “fiestas de los miércoles”, en el pequeño local no cabe ni un alfiler. El mismo grupo de jóvenes que se encarga de la Haus 8 administra también la 8CHT VORNE, otra taberna que, ubicada en el casco antiguo de Stralsund, distrae a los presentes con sus torneos de dardos, póquer o futbolín.
Además, en verano se organizan dos festivales: la Holzhausen-Party, un evento al aire libre que tiene lugar en la aldea de los estudiantes, y el Festival Sundstock, que se celebra en las instalaciones deportivas de la escuela y en el que cada año tocan grupos populares.
En la agenda de fin de semana hay siempre un lugar para Werkstatt, un pequeño y rústico local portuario. Algo más caras, pero no menos divertidas, son las fiestas en la Alte Brauerei, a unos 15 minutos del centro si se anda en bicicleta.
Escapada a Rügen
El majestuoso puente que conduce a la báltica isla de Rügen salta a la vista en Stralsund – cuando uno está en la ciudad, ignorarlo es imposible. La isla se divisa desde el campus de la escuela. Es decir, que para los estudiantes de Stralsund las vacaciones en Rügen están al alcance de la mano y la escapada puede decidirse espontáneamente cuando la temperatura lo permite.
Y si el mar Báltico está demasiado frío o el cielo anuncia tempestad, siempre queda Hansedom para relajarse: este parque acuático techado dispone de piscina de olas, toboganes, saunas y –muy importante– entradas con descuento para los estudiantes.
Quienes prefieran no mojarse pueden visitar el Ozeaneum, un complejo gigantesco situado en el puerto de la ciudad, compuesto por 49 acuarios en donde se exhibe la fascinante vida subacuática del Báltico y el Mar del Norte. También allí disfrutan los estudiantes de rebaja en el precio de la entrada.
Autor: Nadine Wojcik
Editor: Rosa Macías Reyes