Temores en Europa ante una recesión económica en EEUU
14 de enero de 2008
El gobierno alemán ha preparado un programa de emergencia en caso de que se produzca una recesión en un momento en que la situación económica es impredecible, cuando todavía no se sabe con precisión la magnitud de la crisis hipotecaria en Estados Unidos y el impacto a la economía mundial. Según el semanario alemán Der Spiegel, en su última edición, el gobierno alemán presentará su reporte económico anual esta semana y contempla una corrección a la baja en el crecimiento económico este año. Ya no será el 2 por ciento que se preveía en el otoño sino que el país crecerá en 1,8 por ciento. Oficialmente el ministro de Economía, Michael Glos se muestra optimista, pero ha preparado un paquete de emergencia en caso de que una recesión en Estados Unidos arrastre también a la economía alemana, orientada tradicionalmente a la exportación.
“Los productos y la tecnología alemana experimentan una demanda mundial como nunca. Desde el 2005 el crecimiento y el empleo crecen vigorosamente y conforman el auge más largo desde la reunificación alemana”, según Anton Boerner, presidente de la Confederación alemana de empresas mayoristas y exportadoras (BGA, según sus siglas en alemán). Pese a que hay motivos para mostrar optimismo, los empresarios más bien se muestran cautelosos pues son factores externos los que podrían impactar negativamente en la economía germana.
Efecto dominó
Sobre todo aquellas empresas que necesitan inversión y recurren a préstamos serían vulnerables de producirse una recesión en la mayor economía mundial. “Entonces habría efectos negativos también para Europa y para Alemania. Pero Asia y otras economías emergentes se verían impactadas negativamente también. Una recesión en Estados Unidos se traduciría en una caída en el crecimiento de la zona euro del 0,1 por ciento, según cifras del Fondo Monetario Internacional”, afirma el economista Christian Draeger, del Instituto alemán de Investigación Económica.
La debilidad del dólar ha encarecido los mercados internacionales de materias primas, sobre todo el oro y el petróleo, cuyo precio ha sido disparado por la especulación. Adicionalmente, la crisis hipotecaria en Estados Unidos sigue provocando secuelas. Según el diario británico Financial Times, el mayor banco del mundo, Citigroup, sufrió pérdidas de 24 mil millones de dólares y probablemente tendrá que recortar 20 000 de sus actuales 330 000 empleos. También el banco de inversión Merrill Lynch, se encuentra en aprietos. Al rescate se lanzará Kuwait con una inyección financiera de 4 mil millones de dólares, integrándose a la cartera de inversionistas del banco. Pero la crisis crediticia no termina ahí, también orilló al banco suizo UBS a la bancarrota provocando pérdidas de 8 000 millones de dólares.
Mayor vulnerabilidad
También la economía británica se prepara ante una posible recesión al otro lado del Atlántico. "Este es un momento difícil y peligroso para la economía mundial", dijo el primer ministro británico Gordon Brown, en una entrevista al diario The Observer. Tras las declaraciones notoriamente pesimistas del secretario de Finanzas estadounidense, Larry Summers, se teme un efecto dominó mundial. "Creo que la economía estadounidense y mundial se encuentran en un punto crítico que supone un riesgo como ningún otro de caer en una recesión", dijo Summers.
Según una encuesta realizada por el diario Wall Street Journal, dos terceras partes de los ciudadanos estadounidenses temen una recesión este año. Las posibilidades de que suceda son estimadas en un 50 por ciento por expertos como Alan Greenspan.