Merkel va a Turquía
28 de marzo de 2010La relación entre Angela Merkel y el primer ministro turco, Tayip Erdogan, no es muy fácil. Erdogan quiere conducir a su país hacia la Unión Europea; Merkel se opone. También en otros ámbitos hay diferencias de opinión. Al respecto conversarán ambos durante la visita de la canciller a Turquía, este 29 de marzo de 2010.
No, entre la canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro turco, Tayip Erdogan, no hay un ambiente tenso. Por lo menos así lo aseveran los círculos políticos cercanos a la mandataria. Lo contrario es el caso, su relación es muy amistosa y las diferencias que existen se discuten abiertamente, así la versión oficial.
¿Turquía miembro número 28?
La mayor de las diferencias la constituye con seguridad la intención de Turquía de ser miembro de la Unión Europea. El partido de Merkel, la unión conservadora CDU/CSU, es el único de los que están representados en el Parlamento alemán que se opone a ello. En su programa electoral del otoño pasado, los cristianodemócratas lo dejaron bien claro:
“Decimos claramente que vemos a Turquía como un país asociado a nosotros no como un miembro. Somos partidarios de una relación cercana en el marco de la política de vecindad y asociación. Pero la Unión Europea no puede crecer ilimitadamente”, aseveró hace algunos meses la canciller.
En el acuerdo de la coalición gubernamental actual (conservadora-liberal) consta, no obstante, que las negociaciones que empezaron en 2005 con vistas a una integración completa, “son un proceso con final abierto”. Para Serkan Tören, político liberal de origen turco, esto tiene valor. “Para nosotros, como parte del Gobierno, vale lo que consta en el acuerdo. Por eso también viajó el ministro alemán de Exteriores, Guido Westerwelle, a Turquía. Y durante su gira dejó muy claro que las negociaciones continuarán, con final abierto”, resalta Tören.
Libre circulación para los turcos
Independientemente del resultado final, el camino hasta ahí será todavía bastante largo. Por ello, el primer ministro Erdogan, persigue fines a menor plazo. Por ejemplo: desde que la Unión Europea concedió hace algunas semanas la entrada sin visa a los habitantes de algunos países de la ex Yugoslavia, Erdogan exige lo mismo para su país. Berlín, sin embargo, ve en ello el peligro de una mayor inmigración ilegal y exige ciertos requisitos. Entre ellos, la introducción de pasaportes con datos biométricos; éstos son más difíciles de falsificar.
“Lo más importante será primero solventar los problemas técnicos. Si a la canciller Merkel le constase que Turquía se esfuerza en despejarlos, seguro que se encontrará una solución”, opina el liberal Tören.
Escuelas turcas en Alemania
Otro de las fuentes de tensión es el tema de la integración de las personas de origen turco que viven en Alemania. Erdogan sigue viéndolas como compatriotas. Hace dos años, en el estadio de Colonia, el mandatario turco exclamó ante miles de asistentes: “La asimilación es un crimen contra la humanidad”. En esa misma visita exigió que se crearan escuelas secundarias turcas en Alemania.
En una entrevista concedida a un diario alemán, pocos días antes de la visita de la canciller Merkel, Erdogan vuelve a la carga sabiendo que en la agenda de la Cancillería están previstas una visita a una escuela alemana y a una escuela turca que ofrece alemán como segunda lengua. A ambas escuelas asisten principalmente alumnos turcos. Por ello, Merkel –en otro diario- responde: “Básicamente, los niños y adolescentes de origen turco deben asistir a escuelas alemanas”.
Independientemente de este tira y afloja mediático, la cancillería repite: las consonancias entre Berlín y Estambul son mayores que las disonancias. En la próxima visita de Merkel se notará.
Autor: Peter Stützle/Mirra Banchón
Editor: José Ospina-Valencia