Un año de las Oficinas de Movilidad Segura: siguen los retos
21 de mayo de 2024Las expectativas eran altas ante la apertura de la primera Oficina de Movilidad Segura en Colombia el 28 de junio de 2023. No obstante, la demanda fue tan abrumadora que, apenas un día después de su inauguración, la oficina agotó sus citas, lo que llevó al cierre temporal de su portal.
Similares iniciativas se lanzaron en Guatemala y Costa Rica el 12 de junio, y meses después, el 18 de octubre, se extendieron a Ecuador. Estas Oficinas de Movilidad Segura, un proyecto conjunto entre Estados Unidos y gobiernos latinoamericanos, buscan ofrecer información y apoyo sobre migración legal hacia Estados Unidos, Canadá y España.
La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) apoyan y coordinan esta iniciativa, diseñada para desalentar los peligrosos viajes de migración irregular.
El programa, inicialmente un piloto de seis meses que posteriormente se extendió, ha recibido cerca de 190.000 solicitudes, según el Departamento de Estado de Estados Unidos. De estos solicitantes, más de 34.500 han sido referidos al Programa de Admisión de Refugiados de EE. UU. (USRAP por sus siglas en inglés), con 8.800 reasentamientos exitosos en Estados Unidos y 18.100 llegadas por otras vías legales. Adicionalmente, alrededor de 300 personas han sido reasentadas en España a través de la oficina en Costa Rica.
Un programa con limitaciones
Aunque el programa ha abierto posibilidades a muchas personas, es necesario contrastar estas cifras con el número de migrantes que llega a la frontera sur de Estados Unidos: En 2023 fueron más de 2,5 millones, según la OIM.
La elegibilidad para el programa de Movilidad Segura está limitada a ciudadanos de ciertas nacionalidades y situaciones específicas. En Colombia, por ejemplo, solo ciudadanos cubanos, haitianos y venezolanos que residían en el país antes del 11 de junio de 2023 y con un estatus legal o en proceso de regularización son elegibles. Esta restricción es similar, con algunas variaciones, en Costa Rica, Ecuador y Guatemala.
Evitar un efecto imán
"Los criterios se han mantenido significativamente restringidos para no establecer un efecto magneto a los países que ofrecen las Oficinas de Movilidad Segura, aunque quizás, en la práctica, no hubiera llegado a eso", explica a DW Ariel Soto, del Migration Policy Institute.
Según aclara Ariel Soto, "desde el principio, no ha sido la intención de este programa detener el tránsito irregular de personas migrantes en la región”, sino ofrecer una herramienta para facilitar la regularización. Sin embargo, las restricciones actuales son vistas por él y otros expertos como un limitante del impacto del programa.
Maureen Meyer, de la Oficina de Washington para Latinoamérica (WOLA, por sus siglas en inglés), señala que, aunque el proyecto ha abierto oportunidades importantes, aún queda mucho por mejorar para optimizar su funcionamiento. "Es una iniciativa importante y prometedora que ha abierto oportunidades a personas de ciertas nacionalidades en ciertos países, pero todavía falta mucho que mejorar su funcionamiento", menciona Meyer.
Aumentar las capacidades, flexibilizar los criterios
Para aumentar el éxito del programa, los expertos sugieren flexibilizar los criterios de elegibilidad. Una opción sería, por ejemplo, "cambiar la fecha antes de la cual el solicitante tiene que haber estado en el país al primero de enero de este año", dice Ariel Soto.
También sería necesario ampliar las capacidades para atender todos los casos, sugieren expertos. Actualmente, el desafío de procesar rápidamente las solicitudes es considerable, y algunas oficinas limitan sus horarios de apertura para mantener las solicitudes dentro de un rango manejable. "Se ha escuchado de gente que, como nunca reciben una respuesta, siguen su camino”, comenta Maureen Meyer.
Una encuesta del Mixed Migration Center reveló que más de la mitad de los migrantes en tránsito por Colombia y Costa Rica desconocían la existencia de las Oficinas de Movilidad Segura. Entre quienes estaban informados, muchos tenían concepciones erróneas sobre los servicios ofrecidos, y pensaban que tendrían que pagar por el servicio, lo que desalentaba su participación. Nueve de cada diez encuestados dijo no tener interés en solicitar esta opción.
El impacto del superaño electoral
Por otro lado, las próximas elecciones en Estados Unidos y otros países de la región podrían influir significativamente en la continuidad y expansión del programa.
Por una parte, un cambio de administración en Estados Unidos que llevara al expresidente Donald Trump al mando, podría suponer un riesgo para la continuación del programa de Movilidad Segura, coinciden expertos.
Pero también las elecciones en México y Venezuela pueden ser significativas. "Cada uno de estos eventos puede detonar un nuevo capítulo en la migración del hemisferio. Enfocarnos solamente en lo que sucede en Estados Unidos hasta ahora pienso que es solamente una parte de la gran complejidad que estamos viviendo en la región”, concluye Ariel Soto.
(ies/ms)