Unicef: demasiados Estados ignoran a sus niños
30 de junio de 2013
En un informe titulado El derecho a un futuro, publicado por el capítulo germano de Unicef para conmemorar su sexagésimo aniversario, no sólo se describen los logros de la organización, sino también los desafíos y las oportunidades que aguardan por los más jóvenes a escala global. Y es que, aunque ese comité alemán contribuyó con 1.700 millones de euros a respaldar las obras benéficas del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, los problemas que enfrentan los niños en casi todo el mundo no se dejan resolver fácilmente.
Los expertos en demografía estiman que la actual generación de niños y jóvenes es la más numerosa en toda la historia de la humanidad: 2.200 millones están creciendo en todo el planeta, sobre todo en los países en vías de industrialización. Este dato podría ser fuente de optimismo, si no fuera por el hecho de que los jóvenes de las “economías emergentes” se benefician muy poco de ese apogeo. El crecimiento económico y desarrollo tecnológico de sus países se ve saboteado por las secuelas de la crisis financiera y el cambio climático.
Y las familias más pobres son precisamente las más afectadas por estas dos catástrofes. “Es muy paradójico que el 75 por ciento de los niños más pobres vivan en países en donde los ingresos per cápita pueden ser descritos como ‘medianos’ ”, explica el empresario Jürgen Heraeus, presidente de Unicef Alemania, aludiendo a los Estados BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). A sus ojos, estos países no son pobres, pero la brecha entre los ricos y los que menos tienen crece sin que sus gobiernos parezcan percatarse de ello.
La pobreza y la desigualdad son los enemigos a vencer
En el reporte El derecho a un futuro se enumeran los factores que determinan actualmente las condiciones de vida de los niños y los jóvenes. Uno de ellos es la pobreza que se registra en algunos países, incluso a pesar de sus índices de crecimiento económico. Y la pobreza sigue siendo la amenaza más grande para los derechos de los niños y jóvenes. En buena parte de los países africanos, por ejemplo, la mitad de la población debe subsistir con menos de 2 dólares estadounidenses al día.
Internet y la telefonía móvil ofrecen nuevas posibilidades de comunicación, información y participación en muchos lugares, pero unos 132 millones de niños en edad escolar no tienen acceso a la educación y, en muchos casos, esa carencia les impedirá aprovechar oportunidades para superar su situación de desventaja. De los 200 millones de desempleados que se registran mundialmente, el 40 por ciento está constituido por jóvenes entre los 15 y los 24 años de edad. Sin embargo, el problema más grande es la desigualdad.
Dan Toole, director de Unicef para Asia Oriental y la zona del Pacífico, señala que hay disponibilidad de dinero y recursos en esa región. “Pero debemos asegurarnos de que estos recursos beneficien a todos los niños”. Toole dice que la meta de Unicef es abrirles los ojos a los gobiernos para que reconozcan las ventajas de invertir en las generaciones de relevo.
Autores: Bernd Gräßler / Evan Romero-Castillo
Editor: Diego Zúñiga