Unión Europea: una cumbre muy difícil
16 de junio de 2005Los líderes de la Unión Europea comienzan una de las cumbres más difíciles de los últimos años. Las divergencias en cuanto al malherido proyecto de Constitución europea y el marco presupuestario de la UE para 2007-2013 son los temas a tratar hoy (16.06) y mañana (17.06). Si en cuanto al primero se han ido acercando al denominador común de la necesidad de un período de reflexión, respecto al segundo la posición conjunta no se vislumbra en el horizonte.
Londres: ¿las de ganar?
Para ello, todos tienen que ceder en algo. De no llegar a ningún acuerdo, el momento difícil se tornaría en crisis. En las últimas declaraciones del presidente de turno de la Unión Europea, el luxemburgués Jean-Claude Juncker, no es optimismo lo que se percibe: su última propuesta -un acto de equilibrismo entre los intereses de los grandes del club europeo- no ha complacido a nadie. Juncker, al parecer, entregará con gusto a Tony Blair la presidencia de la UE, y con ello las arduas luchas por el acuerdo. El recién reelecto Blair tendrá seis meses para llevar sus riendas, con las renovadas fuerzas de las que carecen en este momento tanto Berlín como París.
La maleta de Schröder
Por su parte, el canciller alemán Gerhard Schröder, si bien asiste a la cumbre de Bruselas con el ánimo predispuesto a negociar, no se mostró muy convencido de que todos compartan su talante. En las conversaciones bilaterales previas a la cumbre quedó claro, por ejemplo, que Gran Bretaña no está dispuesta a ceder tan fácilmente. Menos ahora que el eje Berlín-París se encuentra debilitado. Si Chirac perdió fuerza con el no francés a la Constitución, Schröder se encuentra en el limbo político, pues de haber elecciones anticipadas, lo más seguro es que tenga que entregar el gobierno a la oposición. Por si fuera poca la incertidumbre, el presidente alemán, Horst Köhler, se pronunció en contra de firmar la Constitución europea.-ratificada por ambas cámaras legislativas-, pues se ha presentado un juicio ante el Tribunal Constitucional en contra de la aprobación de la Carta Magna. "Alemania ha dicho que sí", recalcó Schröder esta mañana antes de partir a Bruselas.
Lo que cabe esperar
Si bien en realidad nadie cree que de esta Cumbre salga la solución para todo -constitución, presupuesto, ampliación-, sí se espera que dé muestras de que la Unión Europea sigue teniendo poder de maniobra y acción, pues básicamente es lo que todos desean. Teniendo en cuenta que no han sido pocos los sobresaltos y los fracasos en la historia de la UE -incluyendo un hoy casi impensable veto de Charles de Gaulle en 1963 a la adhesión de Reino Unido a la Comunidad Europea- cabe esperar que los 25 encontrarán el camino más viable para afianzar la integración europea. La pregunta es más bien a qué ritmo.