En 520 días a Marte, sin abandonar la Tierra

Este será el experimento espacial más largo realizado hasta ahora. En las instalaciones del Instituto de Problemas Biomédicos de Moscú se simulará un viaje al planeta rojo en beneficio de la ciencia. En este proyecto "Mars500" se desarrollarán más de 100 experimentos. "Sus resultados deben servirnos en la Tierra", dijo Peter Preu del Centro Alemán de Aeronáutica y Astronáutica (DLR) durante una visita a Moscú.

Tres voluntarios de Rusia y uno de China, Francia y Colombia, que esta vez representa a Italia, pasarán 12.480 horas encerrados en un recinto de 180 m². Este lapso es cinco veces más largo que el del primer experimento realizado hace casi un año por los astrónomos especializados en Marte.

Científico latinoamericano representa a Italia en Marte 500

El bogotano Diego Urbina, de 27 años, es un inmigrante latinoamericano que lleva viviendo siete en Europa y ha adquirido también la ciudadanía italiana. Urbina, al igual que los otros seleccionados, se destaca por su "gran experiencia profesional, aptitudes médicas y sanas costumbres, además de poseer experiencia en campos como la medicina, la ingeniería, la biología, la tecnología y la informática".

A los seis hombres, de entre 26 y 38 años, les esperan 520 días de trabajo, tensión y prácticamente ningún contacto con el mundo exterior. "Los voluntarios son, tanto objeto de investigación como auxiliares de los científicos afuera", explicó Preu. Los "cosmonautas de contenedor" deberán ser totalmente autárquicos, trabajar y en caso de ser necesario, brindarse asistencia médica.

Vigilados por cámaras, satélites y sensores

Suena a "Gran Hermano", pero nadie será echado de la comunidad por rabiosos teleespectadores. Sólo en el caso de que se presenten problemas graves está prevista la intervención de los responsables del experimento, como por ejemplo, si un participante manifiesta ideas de suicidio.

¿Y qué pasa con el sexo? - "Se las arreglarán de la misma manera que los presidiarios", dijo el psicólogo del DLR Bernd Johannes, insinuando la masturbación. En el contenedor existe un sólo cuarto privado de tres m² en el que los voluntarios no están bajo observación.

200 veces más que la Luna

Se busca que el experimento se desarrolle de la manera más realista posible. Tardará 20 minutos hasta que un mensaje de la tripulación llegue al personal "en Tierra". Este es también el tiempo que demora una señal que viaja a la velocidad de la luz desde Marte, que está a una distancia 200 veces mayor de la Tierra que la Luna.

Regularmente, los "cosmonautas" entregarán muestras de sangre y orina. También se analizará el esperma antes de la "partida" y después de su "regreso". Los expertos califican a este experimento como un sueño que se hace realidad para la ciencia.

El proyecto cuesta unos diez millones de euros, de los cuales dos millones son aportados por la Agencia Espacial Europea (ESA) y el DLR, a través del Ministerio de Educación e Investigación de Alemania.

La "sopita" preferida

El médico alemán Jens Titze es el responsable de la alimentación de los "exploradores de Marte". Durante meses desarrolló junto con su equipo el menú, para lo cual tuvo en cuenta las diferencias culinarias de los voluntarios. Los tres rusos recibirán, por ejemplo, en el "espacio" su sopa favorita de frutas rojas con muchas grasas. "Los hombres saben ya ahora, qué comerán el mediodía del 21 de diciembre", relató Titze.

Cuando se cierre la escotilla tras el ingreso de los voluntarios al contenedor, habrá "a bordo" cuatro toneladas de alimentos. El objetivo de Titze es descubrir ante todo qué efecto tiene la sal en la tensión arterial. Este médico está convencido de que si las personas ingieren nueve en lugar de 12 gramos de sal diarios, el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares se reduce de manera considerable, con lo que también disminuye la carga para los seguros médicos.

"Para el sistema de salud no es algo insignificante", dijo Titze. El "viaje a Marte" tiene que ser útil en la Tierra.

El espacio implica riesgos para la salud

Mientras más prolongado sea un vuelo espacial (real), mayores son los peligros para los astronautas por la cantidad de tiempo que pasan en condiciones de gravedad cero.

Desde los primeros días en ingravidez, los astronautas padecen mareos y desorientación debido a que se suprime una magnitud de referencia esencial para el sistema de equilibrio. Casi todas las personas sufren en el espacio náuseas, insomnio y transpiración. Pasadas dos semanas los huesos comienzan a perder calcio, sobre todo en las piernas. Al año hay probabilidades de que se produzcan fracturas óseas, mientras que tras cuatro años serían inevitables.

Además, en estancias largas en el espacio los astronautas padecen debilitamiento muscular. También disminuye el pulso cardíaco, el cuerpo reduce el volumen de sangre y la formación de glóbulos rojos, mientras que el sistema inmunológico se debilita. La disminución de la producción de glóbulos rojos causa anemia.

¿Cosmonautas al borde de un ataque de nervios?

La Agencia Espacial Europea (ESA) investiga las consecuencias psíquicas de un prolongado aislamiento. En muchos astronautas se observaron en el pasado cambios en la personalidad y en algunos casos padecieron ataques de nervios y depresiones.

Ya en la órbita terrestre la radiación cósmica es alrededor de cien veces mayor que en la Tierra. La dosis anual de radiación para una persona en la Tierra es equivalente a la carga de radiación de dos días en órbita. En un viaje a Marte fuera de la protección del campo magnético terrestre la carga sería claramente superior.

De acuerdo a estudios del Centro Aeroespacial Alemán el riesgo de cáncer (sobre todo de cáncer intestinal) crece a medida que se extiende la estadía fuera de la Tierra. Además la radiación espacial provoca envejecimiento prematuro.

De los "cosmonautas" de Mars500 se espera, por lo menos, que resistan los 520 días. La aventura apenas comienza.

Autor: José Ospina-Valencia / esa /dpa

Editora: Claudia Herrera Pahl